Una de las grandes excusas humanas es la falta de tiempo. Esto a menudo lleva a depender de métodos rápidos y automáticos, como las máquinas de café en cápsulas. Aunque estas opciones son convenientes, no capturan la riqueza y el arte de preparar café manualmente.

Tenemos estas soluciones:

Planificación: dedica unos minutos por la mañana para preparar tu café manualmente. El proceso puede ser terapéutico y una excelente manera de comenzar el día.

Métodos sencillos: la Cafetera de Émbolo, por ejemplo, puede preparar un café delicioso en unos simples pasos: calentar el agua, verterla en la cafetera con el café ya molido y esperar su tiempo de infusión (generalmente unos 4 minutos)


Educación: aprender sobre métodos de preparación puede motivarte a invertir tiempo en crear una experiencia única.


Superar estas barreras transforma el café de una rutina diaria en un verdadero placer.